lunes, 13 de enero de 2014

EL BUEN VESTIR (I)

Debo admitir que me horroriza la forma de vestir de muchos hombres. No entiendo como a alguien se le puede pasar por la cabeza salir de su casa vestido como un payaso. Y lo digo con todo el cariño hacia tan entrañable gremio, pero es que algunos hombres que veo por la calle parecen sacados de un espectáculo circense.

No alcanzo a comprender que es lo que impulsa a un hombre a introducir los bajos del pantalón por dentro de unas botas de albañil americano. Sí, me estoy refiriendo a las Timberland y similares.

Lloro sangre cuando veo a un hombre con una camiseta tan escotada que la podría llevar mi novia. O cuando veo un grupo de amigos vestidos con pantalones de colores, de manera que a lo lejos parecen el arcoiris.

No, señores. Entérense de una vez. Los pantalones rojos, verdes y amarillos son horrendos. Los rebajan de su condición de hombres. Y si los combinan con camisetas escotadas, "botarras" o camisa vaquera no van vestidos, lo que van es disfrazados.

No estoy haciendo un alegato a favor del estilismo de los años ´50, pero la elegancia nunca pasa de moda.

Un traje, unos vaqueros con jersey y camisa, unos zapatos bien cuidados, incluso unos tenis vintage combinados de manera acertada definen el buen vestir en esta era. Los caballeros de hoy en día ya no llevan pajarita, ni bastón, pero visten de manera correcta, pulcra, impoluta. Sin caer en esas modas pasajeras de las que la gran mayoría de hombres son víctima.

Yo siempre he preferido vestir de manera correcta, formal, y me resulta muy importante el diferenciarme a través de la apariencia. Cosa totalmente imposible para todos aquellos fanáticos de las tendencias poligoneras.

Tengo muy claro que este blog no va dirigido hacia ellos. De lo contrario dejaría de escribir ahora mismo.

Pero si alguno se encuentra en ese extraño limbo entre la elegancia y lo soez aquí estoy para llevarlo a la luz.

En las tres próximas entradas compartiré con vosotros lo que es para mi la elegancia, a través de tres hombres que considero máximos exponentes de la misma. Y en una última entrega os propondré varios looks, para todos lo bolsillos, que podéis tomar en consideración o usar para inspiraros.

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